Las uñas que presentan poca resistencia se rompen con facilidad, lo cual puede ser un síntoma de alguna enfermedad o déficit nutricional. Las uñas no solo suelen debilitarse por una infección por hongos, sino también por el contacto con productos de limpieza, por llevar una alimentación deficiente en vitaminas A y B, en hierro, zinc o calcio, así como cuando una persona padece algunas enfermedades como la anemia, alteraciones renales o hepáticas, entre otras causas.