Por primera vez en la historia de Brasil un expresidente es condenado por corrupción. Lula, de 71 años, no irá a prisión mientras dure la apelación, que ya fue anunciada por el propio político, quien todavía es uno de los más populares de Brasil.
La sentencia fue dictada por el juez Sergio Moro, encargado de las investigaciones sobre la trama de corrupción conocida como «Lava Jato» (autolavado, en portugués).