Es una de las opciones más innovadoras de los últimos años que pretende hacer llegar la red a los lugares más remotos usando los llamados espacios «en blanco» de los canales de televisión.
El objetivo es utilizar la señal para que ese 57% de la población mundial que no tiene internet (más de 4.000 millones de personas) -según los últimos datos de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) de las Naciones Unidas– pueda navegar sin problemas por el ciberespacio.